Tengo ganas de hacer una ensaladilla rusa para comer. Si no lo sabéis últimamente estoy obsesionada con todo tipo de ensaladas. Como y como lechuga, tomate, cebolleta, espárragos, maíz y atún en cantidades ingentes... aunque aún así no adelgazo (espero que mi tensión arterial, colesterol y triglicéridos me lo agradezcan en un futuro).
Pues eso, que me he despertado toda llenita de energía para ponerme a hervir cosas que echarle a la ensalada, porque no os creáis que mi ensaladilla rusa es como las rusas de toda la vida... no. Ella me acepta que le eche de todo, incluso un elemento tan discordante como es la cebolla picada... ni se queja y ahí la añado yo.
Creo que la de hoy llevará: patatas, guisantes, huevo duro, palitos de cangrejo, cebolla y pepinillo. Por supuesto que la mayonesa de bote (he aprendido mucho de mi madre y de Falsarius Cheff durante años). Pero una vez que la termine, parte de ella la voy a triturar y a rellenar canastillas que sobran desde Navidades y corren el peligro de caducarse.
¡¡¡Mmmmmmmmmmmmmm estoy deseando que llegue el mediodía!!
PD: Si alguien quiere catarla, que se pase por casa.
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